Escribe Alex Castellanos - "
A tempranas horas del Domingo 8 de Noviembre (6:30 AM), el hermano Lucio Antonio Pineda, predicador de esa congregación, me llamó telefónicamente, sus tristes y emotivas palabras expresaban que habían sido víctimas de Ida, sus casas estaban inundadas de agua, cuenta el hermano Lucio que la misma naturaleza formó un dique protector (un muro de tierra), en el cual las tormentosas aguas pegaban con ímpetu, esto impidió que los desastres fueran menos destructivos. Evidentemente, tanto el hermano Lucio, como nosotros, concluimos que allí estuvo presente la mano protectora de nuestro Dios.
Tales condiciones movieron a mi esposa y yo, a gestionar algunas ayudas para ellos, recibimos muy poco, pero lo poco que recibimos fue entregado a los cristianos de este lugar, como de otros lugares que fueron afectados. Es digno de admirar que esta iglesia tenía planificada esta confraternidad desde hacía dos meses, creímos que en vista a las circunstancias en que ellos se encontraban, tal actividad sería suspendida. Damos gloria a Dios por la compasión de estos hermanos. Lou Seckler
